Poeta de ciencia

Primero formas diminutas [...]
nuevos poderes y miembros más largos adquieren;
donde grupos incontables de vegetación surgen,
y mundos que respiran, de aletas, patas y alas.



No es extraño que este poeta mire a las nubes en busca de inspiración. Lo que resulta inusual es que las observe y explique cómo se forman, elevando sus versos al estudio de la atmósfera.

Es aún más infrecuente que se encierre en un laboratorio y que, en pleno ataque de galvanismo, haga convulsionar ancas de rana. Mary Shelley, contagiada del paroxismo eléctrico, convirtió en monstruo aquellas inertes extremidades de batracio.

Pero lo que resulta completamente excepcional es que este poeta sembrara la semilla, biológica y de pensamiento, en un tripulante casual del HMS Beagle. Erasmus Darwin, el poeta, hubiera aceptado de buen grado la tesis de su nieto Charles: la naturaleza no es menos bella porque su armonía no haya sido planificada.

Erasmus Darwin (1731 - 1802)

______________________________________________
Esta entrada participa en el blog de narrativa científica Café Hypatia con el tema #PVdivulga.

Comentarios